Sólo tienes 6 días para verla en Netflix: la loca película que es un sueño total para los fans de Nicolas Cage

Una comedia pensada especialmente para él

Ser fan de Nicolas Cage es una experiencia que no se parece casi a ninguna otra. Su carrera no parece una, sino que está compuesta de varías que no tiene especial conexión entre ellas. El actor de culto, la superestrella de acción, el ganador de Oscar o el rostro de varias cintas de género de bajo presupuesto. Muchas facetas variadas que componen la experiencia Cage.

Todas ellas acabaron recibiendo un homenaje en El insoportable peso de un talento descomunal, la película donde el actor interpreta una versión ficcionalizada de sí mismo, plagada de guiños que son un sueño total para sus fans. Pedro Pascal también protagoniza esta comedia de acción que se puede ver en Netflix por tiempo limitado, siendo el 8 de marzo su último día en el catálogo.

El actor Nicolas Cage está desesperado por conseguir un papel para una película de Quentin Tarantino. Además de eso, mantiene una relación muy tensa con su hija adolescente y está hasta arriba de deudas. Estas deudas le obligan a aparecer en la fiesta de cumpleaños de un multimillonario mexicano que es fanático del trabajo del actor en sus anteriores películas, con la intención de mostrarle un guion en el que ha estado trabajando.

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Mientras se une con el hombre, la CIA le informa que el multimillonario es en realidad un capo del cartel de la droga que ha secuestrado a la hija de un candidato a la presidencia de México. Tras esto, es reclutado por el gobierno de Estados Unidos para obtener información.

Tom Gormican y Kevin Etten buscaban hacer una comedia metacinematográfica, y qué mejor protagonista para ella que un actor del que han visto tanto durante años como el propio Cage. Gormican buscaba dirigirla y hasta escribió una carta personal al actor para convencerle de protagonizarla, ya que había rechazado el proyecto alrededor de 4 veces.

Es comprensible la reticencia, ya que requiere mucho arrojo interpretarse a uno mismo, especialmente siendo una figura tan conocida. Cage se encarga eso sí de que todo el rato parezca una versión de sí mismo, no él en realidad, intentando mantener el espíritu absurdo de lo que sigue siendo una película de comedia y acción.

La dinámica que forma con Pedro Pascal recuerda en ocasiones a las mejores buddy movies de antaño, ofreciendo las risas que hacen falta para hacer reseñable al proyecto más allá de la curiosidad. No siempre triunfa en sus ambiciones, pero es una curiosa película que sumar al canon de Cage.