Mejor que 'Avatar': la epopeya de ciencia ficción más criminalmente subestimada de James Cameron
'Avatar: El sentido del agua' fue una revolución cinematográfica a nivel visual y por eso tardó 13 años en ser una realidad. Pero a menudo se nos olvida que James Cameron hizo algo similar hace más de 30 años
Tuvieron que pasar 13 años para que fuese una realidad, pero la secuela de la película más taquillera de la historia, Avatar: El sentido del agua, se estrenó por fin a finales de 2022 y la acogida fue absolutamente espectacular.
El largometraje, que siempre estuvo en la mente de James Cameron pero tuvo que esperar a que los avances tecnológicos la hiciesen posible, no logró alcanzar a su predecesora, pero sí convertirse en la tercera película con mayor recaudación de todos los tiempos -superando a Titanic pero no a Vengadores: Endgame-.
De nuevo protagonizada por Sam Worthington y Zoe Saldaña, Avatar 2 no sólo supuso un regreso a Pandora, sino también a las raíces del director James Cameron, un amante de las profundidades. De hecho, el director es un explorador profesional de las profundidades marinas y uno de sus mayores logros fue descenso a la fosa de las Marianas a unos 11 kilómetros de la superficie, uno de los emplazamientos oceánicos más profundos del planeta. Lo hizo en un sumergible diseñado por él mismo, el Deepsea Challenger, y se convirtió en la primera persona en hacerlo en solitario.
Así, no es de extrañar que el director de tres de las cuatro películas más exitosas de la historia ha buscado compartir su fascinación, casi obsesión, por el agua en muchas de sus películas, a excepción de Terminator, Aliens, el regreso o Mentiras arriesgadas. Su primer largometraje fue Piranha II: Los vampiros del mar, una película de mala calidad que ni siquiera terminó y de la que siempre a renegado, pero que ya desprende claramente que Cameron, ya desde joven, intentaba utilizar el agua como escenario de diferente manera a lo ya establecido.
James Cameron presentaría el agua como una fuerza amenazante de la naturaleza en Titanic y como un elixir de vida en Avatar 2, y lleva décadas esforzándose por hacer que el poder del agua sea más tangible para el público cinematográfico. Quizás el ejemplo más impresionante sea, con diferencia, la película más desconocida del legendario director: la aventura de ciencia ficción Abyss (1989) sobre una misión de rescate en las profundidades del océano.
Si bien James Cameron es más conocido por clásicos de culto como Aliens, Terminator y Terminator 2, así como, por supuesto, Titanic y las películas de Avatar, Abyss es probablemente la más desconocida. La epopeya de ciencia ficción recaudó poco menos de 90 millones de dólares en la taquilla mundial en 1989, muy lejos de los éxitos financieros a los que Cameron está acostumbrado.
Puede que la película ya tenga 35 años, pero su rodaje sigue siendo uno de los más espectaculares de la historia del cine.
El esfuerzo que Cameron y su equipo hicieron alguna vez para ofrecer el espectáculo submarino más auténtico posible exigió todo de todos los involucrados, como queda más que claro en el documental sobre cómo se hizo Under Pressure: The Making Of The Abyss.
