Hoy es uno de los galanes más reconocibles de la historia del cine, pero hace 43 años debutaba en una película que casi nadie ha visto. ¿Le reconoces?

¿Quién le hubiera dicho que acabaría enamorando a Bridget Jones?

Imagina que no tienes muy claro tu rumbo en la vida, pero echas un vistazo a tus antepasados y descubres que vienes de un linaje británico de alta alcurnia. Tus ancestros son vizcondes, marqueses e incluso hermanas de primeros ministros. ¿Y tú? ¿Qué has hecho con tu vida? En aquel momento, Hughie no lo tenía muy claro: se había licenciado en literatura inglesa en Oxford con honores, pero no encontraba un trabajo que le acabara de gustar. Bueno, siempre le quedaba sacar unas libras de sus trabajillos como actor, ¿no?

Hablo, claro, de Hugh Grant, que realmente no sabía que su trabajo estaba delante de una cámara. De hecho, se apuntó a un grupo de drama simplemente por dejar salir un poco de creatividad. Al final, esta creatividad cristalizó en una película de 1982, Privileged, financiada por la propia universidad de Oxford (fue la primera vez que lo hizo, y el programa sigue hasta nuestros días). No era ni siquiera el protagonista y en los títulos de crédito aparecía como "Hughie Grant". Esto de actuar estuvo gracioso mientras duró. ¿Y ahora, qué?

Pues después de salir de la universidad, Grant fue encargado de mantenimiento del Fulham Football Club, hizo labores de tutor y hasta escribió sketches para televisión y produjo anuncios radiofónicos. Pero nada de actuar... hasta que, de casualidad, Privileged volvió a proyectarse en Londres. Al terminar, un agente se acercó a él y dijo que quería representarle. Grant le rechazó de primeras... pero después pensó que no le vendría mal un poco más de dinero para seguir estudiando, al fin y al cabo.

El resto no hace falta que os lo diga, ¿verdad? En 1985 debutó en televisión y diez años después ya estaba levantando su BAFTA y su Globo de Oro por Cuatro bodas y un funeral, convirtiéndose en el galán pícaro por excelencia, un rol que solo ha intentado romper ahora, con el estreno de Heretic. Y es que, reconozcámoslo, incluso haciendo de villano es imposible no querer a Hugh Grant.