Hace 26 años empezó en televisión como un vampiro de 'Buffy': ahora es una superestrella de Hollywood, ¿lo reconoces?

No fue uno de los 'last of us'

Siempre es curioso imaginar un universo en el que, tras el fracaso de la película de 1992 de Buffy Cazavampiros, nadie hubiera apostado por ella como serie cinco años después. Sin embargo lo hicieron, y se convirtió en uno de los mayores éxitos de finales de los 90, que tras siete temporadas aún sigue siendo recordada y, es más, tendrá un reboot próximo. Y aunque sabemos que Sarah Michelle Gellar volverá, la gran duda es... ¿Volverá Pedro Pascal? Sí, sí, has leído bien: Pedro Pascal.

Año 1999. José Pedro Balmaceda Pascal tiene 24 años y trabaja como camarero en restaurantes, de donde le echan una y otra vez. No tiene dinero suficiente para vivir, y se ve obligado a aceptar dinero de su amiga Sarah Paulson, que por aquel entonces confiaba en que podía abrirse paso en el mundo de la actuación. Entonces, cuando solo tenía siete dólares en la cuenta, consiguió el trabajo soñado para alguien en su posición: un papelito episódico en Buffy Cazavampiros como Eddie, un muchacho que acaba convirtiéndose en vampiro (y pasando por la estaca de la protagonista, claro).

Si le buscas en los títulos de crédito es posible que no le encuentres, eso sí, porque utilizaba el nombre de Pedro Balmaceda: no sería hasta la muerte de su madre que adoptaría el apellido "Pascal" como homenaje. Ese mismo año, Pascal también apareció en otras tres series: Good Vs Evil, Downtown y Undressed, donde llegó a salir en tres capítulos. Aunque, siendo honestos, estos no fueron sus primeros trabajos reales: en 1996 y 1997 apareció en dos cortos desconocidos llamados Burning Bridges y Window Shopping.

Antes de Juego de Tronos y Narcos, la gran oportunidad de Pascal fue en The Good Wife, donde tuvo un papel recurrente durante las primeras dos temporadas. Hacía diez años de su episodio en Buffy Cazavampiros, se acercaba a los 35 y por fin había encontrado algo de estabilidad. Y mal no le ha ido, porque apostaría a que no hay persona que esté leyendo esto y se pregunte "¿Pero quién demonios es ese tal Pedro Pascal?".