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El 'domingo negro' de Disneyland: el día más desastroso de su historia también fue su primer día

Walt Disney creía que su super-proyecto se iba a ir al garete enseguida

Desde la primera vez que Walt Disney habló de su proyecto de hacer un "Parque Mickey Mouse", (con una calle principal y un barquito) hasta la apertura de su megalomaniaco proyecto, Disneyland, pasaron siete años. No son tantos, en realidad, teniendo en cuenta que nunca nadie había hecho un parque de atracciones tan grande y con tantas expectativas como este. Originalmente, el director creía que el parque ocuparía 6,6 hectáreas, pero poco a poco el proyecto fue aumentando hasta las 222 hectáreas actuales, y en pleno proceso de expansión actual. Y si te parece mucho, es porque no sabes que Disneyworld ocupa... ¡12.000 hectáreas!

Pero, en un principio, la cosa no fue tan fácil. De hecho, los inversores lo vieron tan oscuro que Walt Disney tuvo que empezar un programa televisivo -llamado, oh sorpresa, Disneyland- para acumular dinero y poder pagar todos los costes del parque, que no eran pocos precisamente. Al fin, el 17 de julio de 1955, Disneyland estaba preparado para abrir: el magnate invitó a un buen puñado de personas, permitió que el resto comprara entradas y, por supuesto, algunos pillos se colaron subiendo la cerca. Un total de 28.154 personas entraron ese día, mucho más de lo esperado. Lo que nadie sabía es que el día se iba a convertir en un caos.

Todo tipo de colegas de Disney fueron a la inauguración, y ABC retransmitió el evento en directo. Imagina: no había nadie en Estados Unidos que no quisiera ir a Disneyland. Sin embargo, todo salió bastante mal: el tráfico se paró en la carretera de dos carriles, lo que provocó que varias celebrities que iban a llegar escalonadamente lo hicieran a la vez, bajo un sol de justicia de 38 grados. Y dirás "Qué oportunidad más buena para mostrar las fuentes del parque, ¿no?". Así sería... si no fuera porque había una huelga de fontaneros justo ese día.

Walt Disney tuvo que elegir entre tener fuentes operativas o lavabos operativos, y escogió lo segundo. Probablemente fue la decisión correcta, pero no se dio cuenta de que Pepsi era un sponsor de ese día, y que el público iba a entender que el hecho de que las fuentes no tuvieran agua era un truco publicitario para comprar más refrescos. En este caos, los restaurantes se quedaron sin comida y bebida, el asfalto se derritió e hizo que los tacones de las mujeres se quedaran clavados... En fin, os hacéis una idea.

Fantasyland estuvo cerrada por una fuga de gas, el castillo de la Bella Durmiente, aún vacío por dentro, dejó las puertas abiertas por un error, las atracciones se rompían constantemente... y Walt Disney, de entrevistas aquí y allá, no se enteró de nada hasta el día siguiente. El 17 de julio de 1955 se consideró como el "Domingo Negro", recibió críticas muy negativas y no fue hasta después, cuando, con todo arreglado, ofreció a la prensa otro día más en el parque, que la cosa se fue arreglando. Y creo que no hace falta decir lo que pasó: fue un éxito absoluto.