Debutó hace 38 años en una serie olvidada y ahora es la mayor estrella del mundo. ¿La reconoces?

Cuando la actriz de la sonrisa eterna empezó poniéndose seria

Quería ser veterinaria, pero la vida la empujó a la actuación, en parte por seguir las estelas de sus padres, que hicieron obras de teatro para el ejército de Estados Unidos y llegaron a dar clases de actuación a la hija de Martin Luther King. Casi nada. Así, una adolescente Julia Fiona Roberts encontró, mientras aún estudiaba actuación, un pequeño papelito en una serie producida ni más ni menos que por Michael Mann: puede que hoy en día no nos acordemos de La historia del crimen, pero para ella fue su primer cheque. Y eso nunca se olvida.

La historia del crimen duró dos temporadas entre 1986 y 1988, y culminó con un cliffhanger nunca resuelto en el que un avión en el que estaban montados los protagonistas explotaba. Ah, y no fue una simple sorpresa del momento, sino que formaba parte de una historia-río. Aunque ahora lo utilice todo el mundo, Mann fue uno de los primeros que insistieron en que su serie era "más bien una película": de hecho, lo que el autor quería hacer era algo parecido a Berlin Alexanderplantz, una miniserie de 15 horas de duración y que admiraba abiertamente.

Y en este contexto es donde Julia Roberts hizo su primera aparición, en el capítulo 19, donde interpretaba a una víctima de violación. La actriz aprendió aquí, de paso, lo que era la fama, cuando un año después estaba pasando la Navidad con su familia en Smyrna, Georgia, y fue al centro comercial. Allí, una persona se le acercó y le preguntó si era la chica de La historia del crimen, a lo que ella contestó "Nah, estás en el centro comercial Cumberland". Hoy por hoy no sería tan fácil, desde luego.

El año siguiente debutó en el cine con una película directa a vídeo, Parque de bomberos, y en 1988 le llegaría su gran momento con Mystic Pizza. Desde entonces, todos sabemos lo que pasó: Magnolias de acero y Pretty Woman hicieron que en solo cuatro años pasara de secundaria en un episodio televisivo a ganar dos Globos de Oro seguidos. Y lo mejor estaba por llegar.