"Creo que se trata de mantener un límite": Ryan Reynolds y Blake Lively se alejaron de Hollywood en busca de privacidad y no han querido volver
El matrimonio se conoció en 2010 durante el rodaje de 'Linterna verde', se casó en 2012 y dio la bienvenida a su primera hija en 2014. Ahora tienen 4 hijos y siguen priorizando una vida tranquila en una casa de campo lejos del bullicio
Blake Lively y Ryan Reynolds son parte del cada vez más numeroso grupo de estrellas de Hollywood que, pese a su profesión, han preferido construir una vida lejos de la bulliciosa Los Angeles. El matrimonio, que se conoció en 2010 rodando Green Lantern (Linterna verde) y comenzó a salir al año siguiente, se casó en el año 2012 y en 2014 anunciaron la llegada de su primera hija, James. Diez años después, la pareja ya tiene cuatro hijos en común -el último de ellos nacido en 2023- y son una de las familias más consolidadas de la industria.
Su vida profesional también pasa por un buen momento: Ryan Reynolds protagonizó en 2024 la segunda película más taquillera de 2024, Deadpool y Lobezno, y Blake Lively, pese a la polémica con Justin Baldoni, protagonizó el drama Romper el círculo después de unos años alejada de la industria y más enfocada en la crianza de su familia y sus otros negocios.
Sin embargo, Lively y Reynolds siguen disfrutando mucho de poder separar la parte más ajetreada de su vida de su tranquila vida familiar privada. Algo en lo que contribuye notablemente la decisión que tomaron hace tiempo de irse de Los Angeles y residir en Pound Ridge, una pequeña localidad situada en Westchester County, New York, a solo una hora de Manhattan. Allí compraron por 2,3 millones de dólares una enorme casa de campo de casi 1500 metros cuadrados y es donde, desde hace 10 años pasan la mayor parte de su vida.
Asimismo, entre sus otras propiedades, Reynolds y Lively tienen una enorme vivienda en Tribeca, en un edificio en el que también residen otras celebrities y que les permite estar en una ciudad más conectada con el mundo del entretenimiento cuando la ocasión lo requiere.
En 2015, coincidiendo con el estreno de Deadpool, Ryan Reynolds dio una entrevista a The Project, en la que habló de lo importante que era para ellos mantener separados la vida familiar y la vida profesional y cómo para ello había sido clave aquella mudanza. "Creo que siempre es una línea muy fina. Se trata de mantener un límite, que existe este mundo que es el trabajo y el mundo que es el hogar".
"Nunca he sido el tipo que sale tambaleándose de los bares a las tres de la mañana, al menos que todos sepan", bromea. "Nunca ha sido lo mío".
En aquel momento, Lively y Reynolds, solo tenían a su primera hija, James, sobre quien comentó que no dejaría que viera algunas de sus películas: "Hay algunas que no debería ver porque son horribles. Llamemos a las cosas por su nombre. Por suerte, tengo un par de películas infantiles en mi haber. Los Croods es una que le gustaría y tal vez Turbo. Podría verlas".
